El día de ayer se saldó con los 13 kms matutimos que hicimos Alfonso, el Jefe y yo. Lo que se suponía una mañana más tranquila con respecto al viento y que a la vuelta de Torrellano descubrimos que no iba a ser así, vamos que me tocó parapetarme detrás de los chicos para poder volver a casa sin problemas.
La mañana siguió con esos quehaceres doméstico que tanto me gustan, ¡lo qué son las cosas te vas a entrenar te dejas la cama sin hacer y cuando vuelves te la encuentras igual!.
Total como aún me sobraba tiempo pues me dejé hecho un bizcocho y además para comer preparé una caldereta de cordero, esto será bueno para subir las cuestas pensaba mientras lo estaba preparando. Por la tarde, sin tiempo a pegar una cabezadita en mi sillón orejero ya que tenía que preparar la bolsa, habíamos quedado a la 5 con el resto del grupo para irnos a Sax. El Jefe no quiere que se nos haga tarde en ninguna carrera y gracias a eso puede dejar el coche bien cerquita de la meta y no tenemos que caminar mucho.
Llegamos a la zona de recogida de dorsales, antes ya nos habíamos encontrado con Alberto y Maite, que nos traían la merienda: un buen trozo del bizcocho que ella había hecho.
Al llegar a la zona de recogida de dorsales, Ángeles se sorprende de ver la que había montada y sabiendo ella lo que cuesta montar una carrera es que todo lo que allí había fuese a coste cero para los corredores.
Después de cambiarnos, hacernos foticos y saludar a much@s amig@s nos vamos hacia la salida, les pregunto si alguna tiene muchas ganas de correr o vamos a ir tod@s juntas, decidimos ir juntas así que una vez dan la salida nos ponemos detrás del Jefe e intentamos no perderle de vista, al principio nos costó un poco seguirle hay tanta gente, 1600, las calles son estrechas y tenemos que ir sorteando corredores.
La primera subida a la cuesta más larga nos pone cada uno en nuestro sitio y la cosa se estira un poca más. Aquí ya las que vamos mejor empezamos a tirar, Conchi se adelanta, yo me quedo con Ángeles y el Jefe con Tania y Luisa.
La segunda vuelta la hacemos a un ritmo muy bueno, 5:20, intentamos no parar en las primeras cuestas, al subir la última y más pronunciada no la tomamos con mucha filosofía, pero sin pararnos. Bajamos, cogemos un poco de aliento y ya sin parar hasta meta donde entramos en 43 minutos. Y yo completé mis 21 kms del día.
Luego recogida de bolsa del corredor, muy bien, y una bolsita con los dulces de San Blás, al coche a cambiarnos, acicalarnos e irnos a nuestra segunda "sede social" La Sixtina a tomarnos unas cervecitas: 21 con sus tapicas y todo ¡no hay dolor!